viernes, 4 de enero de 2008

Derrotado

¡El azul ha muerto!
¡El azul ha muerto!

Tu traje de mercenario
ha caído al piso.
Tu nombre se volvió
como el de todos los hombres.

Rota la historia en
el camino y ya lo ves, acà, acà
no hay nada que ver.

Me robaron tus centuriones
la inocencia de mis laureles.

Hombre de brazo endeble,
el arma que buscas está
frente a ti.

¡Que placer!
¡Cuanto placer, para tus esgrimas!
Decime quien te supo
más que yo, varón anaranjado?

Del alcohol de mis azucares
borracho andarás.
Cuantas veces volverás por mí?
Decime cuantas serán tus muertes
mi pobre niño de errado corazón?

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