Y porque me nace el sueño
en medio de la congoja
como tumores en la carne
y a todo le temo por
obras del amor.
Esa dulce prisión ¡Si!
Esa inmejorable prisión
de levantinos aires,
figuras rectas, claras y
terroríficas.
Me venzo, me dejo muerta,
tirada de brazos y piernas abiertas.
Sugerente hoy ha sido todo:
El sol, la mar
la memoria ya rota
y estas manos que en lo oscuro
se repiten sobre ti.
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