viernes, 4 de enero de 2008

Miserias

Nada, míseramente un
pedazo de luz, arrancada,
el pecho abierto a manos.

Autónoma creatividad
que gira sobre mí
y yo estiro mis brazos porfiados
sabiendo que mi ansia abatida
tocará hoy la punta y arrancará de cuajo
toda la ilusión encarecida.

Voy a gritarte, cántaro de astucias:
¡Que ahora te acuestes a mi lado,
ahora que estoy desnuda
y ya no tengo un alma para perder!

Preténdeme descubrir ahora,
ahora que yo misma
provoco y consuelo
a la vida y la muerte
como un desquicio en
llamaradas de palabras huecas
sin importancia.

No hay comentarios: